Según Martha Elizalde Durán, coordinadora de y Comunicación de la Facultad de Responsabilidad Social en la Universidad de Anáhuac (México) en ¿Qué es el comercio justo y cómo puedes apoyarlo? define: “El Comercio Justo es un movimiento mundial integrado por una red diversa de productores, empresas, compradores, y organizaciones, cuyo fin consiste en crear un modelo comercial más justo y equitativo, que respete los derechos humanos, el medio ambiente y los procesos de producción y comercialización y que fomente un consumo responsable”.

El término Comercio Justo nació en Holanda en 1959, impulsado por la ONG SETEM, para promover la compra de productos de alimentación, textil y artesanía directamente a cooperativas de países en vías de desarrollo y que los precios de compra y venta se basaran en el verdadero costo de la producción.

Si este movimiento surgió en el siglo XX, en el XXI urge no sólo mantenerlo, sino también continuar promocionándolo como medida y alternativa al empobrecimiento causado por un sistema capitalista y neoliberal preocupado y ocupado en la inversión extractivista, la producción agrícola intensiva que abusa de los pesticidas, de energías no renovables, de mantener la oferta de alimentos, textiles, artesanía, que pone como valor primero el capital y que arrasa y esquilma como consecuencia la vida del planeta. Un modelo económico, político y social que se sustenta en las relaciones de dominación y explotación, tanto de la tierra como de las relaciones laborales, especialmente de quienes viven del sector primario como es la agricultura.

El Comercio Justo surge por la necesidad de mejorar el acceso al mercado de los productos esenciales para la supervivencia humana y que quienes los producen no sufran las consecuencias de las reglas del comercio internacional, sobre todo de aquellos países que carecen de infraestructuras para su comercialización y tienen lejos los medios de transportes.

Nuestro eje Vedruna de Justicia, Paz e Integridad de la Creación en el plan de acción, nos proponemos “Caminar significativa y conjuntamente en la Provincia Vedruna de Europa en la conversión del corazón, a través de una Espiritualidad ecológica integral que coloree todo lo que vivimos y nos mueva al cuidado de la Casa Común y de quienes la habitamos”. Y en la Línea 2, se propone: “Animarnos a ser cuidadoras de nuestras relaciones, especialmente de las personas vulnerables con opciones y acciones según la Espiritualidad Ecológica Integral (EEI).

Un medio de llevar a cabo este objetivo es consumir productos del comercio justo que tiene en cuenta el cuidado de la tierra y las relaciones justas entre quienes lo cultivan y lo comercializan, atendiendo a las necesidades de grupos vulnerables, como son los productores con pocas oportunidades de recibir un precio justo.  

Nos motiva también nuestro documento capitular 2015 Familia Vedruna Casa de Puertas Abiertas que, en su epígrafe Una nueva mirada global e inclusiva (II,2) nos dice que “la centralidad de la persona ha de prevalecer sobre el beneficio económico de unos pocos a costa del empobrecimiento de otros” y continúa “ser comunidad implica consciencia de Casa Común […] Que nos empuja a una nueva relación con la naturaleza y el uso de sus bienes” (pág. 38).

Martha Elizalde cita otros rasgos identificativos del Comercio Justo, entre ellos:

  • “El acceso a productores con pocas oportunidades de recibir un precio justo por sus productos y para quienes los compren
  • La promoción de productos de origen natural que prioriza lo orgánico, respetuosos con el medioambiente y no dañinos para la salud
  • La transparencia y la rendición de cuentas
  • Las ganancias justas para el productor, proveedor, comerciante y prestador de servicios
  • El respeto a los derechos humanos, eliminando el trabajo infantil y teniendo presente en todo momento la dignidad de la persona

Para nosotras familia Vedruna, nos implica y nos complica desde la responsabilidad y compromiso social y ambiental, por ética y calidad de vida institucional. Nos animamos a informarnos del origen de lo que consumimos, la forma en la que ha llegado hasta nuestra casa, cómo ha afectado a las personas y en definitiva si está contribuyendo a la mejora del planeta y de quienes lo habitamos. Nos recordamos, también, que favorecer el comercio justo y el consumo responsable es comprar en las tiendas de cercanía, comer productos locales de temporada y reducir todo lo que podamos los derivados del petróleo y energías no renovables.

Cati Bueno, Enlace JPIC
Comunidad Vedruna de Puerto Real

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