Llegado el verano, tiempo en que quizás tendremos más acceso a contemplar la naturaleza y a disfrutar de espacios más relajados de meditación, fijamos nuestra mirada en la “hermana agua” (San Francisco de Asís). De las comunidades de las Minizonas Mediterránea y Ponent extraemos algunas consecuencias para caminar en la espiritualidad ecológica integral que nos ha sugerido la investigación de los cristales de agua de Masaru Emoto, así como el efecto mariposa y la Laudato Si.

1. ESTUDIOS DE MASARU EMOTO

El Dr. Masaru Emoto (1943-2014) fue un investigador japonés, conferenciante y autor de renombre internacional interesado en el estudio del agua. En 1994, tras más de 10 años de investigación de las moléculas de agua cristalizadas en hexágonos, expuso algunos resultados de sus trabajos, abriendo así perspectivas insospechadas en el mundo de la ciencia. Sin embargo, no toda la comunidad científica admite sus conclusiones, poniendo en tela de juicio su método como seudocientífico, pero Masaru aseguró que el nuevo descubrimiento necesita su tiempo y que, en el futuro, será aceptado.

Preocupado por el futuro de la humanidad y atraído por la trascendencia del agua para la vida de todo lo que existe y por su abundancia en nuestro planeta, con un 75-80 %, en tierra, mar y aire, él buscaba estudiar su gran polimorfismo en estado sólido y ver si había diferencias entre los diversos tipos de agua: el agua más o menos pura y el agua contaminada, en sus estados líquido, en vapor y sólido, en la nieve y en el hielo. Y encontró la forma adecuada cuando conoció a Lee H. Lorenzen que estudiaba el agua en la universidad de Berkley-California utilizando el MRA (Analizador de Resonancia Magnética). “Busqué y busqué y encontré mensajes ocultos del agua cuando cristaliza”.  Se preguntó sobre lo que esto podía significar en el agua del cuerpo humano. Cada cristal de nieve que había estado cayendo sobre el planeta durante millones de años, tenía -y tiene- una forma geométrica diferente, como un bordado precioso, como un encaje, y siempre distinto.  “¡Asombroso! Y seguí investigando”. [1]

Gotas de agua pura, congeladas, llevadas al microscopio electrónico y fotografiadas, daban unas imágenes preciosas parecidas a una estrella de 6 puntas. Hice lo mismo con aguas de ríos contaminados: las nuevas formas salían feas, distintas, desestructuradas, perdían su belleza, con un dibujo asimétrico, incompleto.”

Conclusión: La influencia del entorno sobre un elemento, en este caso agua, al pasar de líquido a sólido, cambia a mejor o a peor. “ Vio que el agua sometida a unos condicionantes ambientales, como son la música de Mozart o de John Lennon, el silencio, las palabras amables o bien los juicios negativos, las etiquetas en los envases… cristaliza de manera diferente. “Todo produce un cambio positivo o negativo en los cristales”. Y quiso convencer al mundo de que el agua es “el alma del Universo”, y que lleva en su molécula un mensaje pacifista.

Ante una información profunda, vibracional, que persiste y resuena: el agua la registra y, al cristalizar, se visibiliza y podemos contemplar su geometría.

Este registro nos evoca aquel proverbio chino “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” que dio pie a los estudios científicos iniciados por el matemático y físico Edward Lorenz, sobre la teoría del caos o del efecto mariposa: cada acción o respuesta de cada ser, por pequeña que sea, puede repercutir en el resto de los seres animados o inanimados, cercanos o lejanos. Porque el universo es complejo e impredecible y reacciona ante las acciones y las perturbaciones.

En el mismo sentido, también el Papa Francisco en Laudato Si n. 92 remarca esa interconexión entre todos los seres: “Todo está relacionado, y todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y que nos une también, con tierno cariño, al hermano sol, a la hermana luna, al hermano río y a la madre tierra.”

2. PRESENCIA DEL AGUA

En la sociedad, su abundancia y pureza determinan la vida en el hogar: higiene, alimentos, bebida, infusiones, jardines, huertos, etc. así como en la agricultura e industrias de todo tipo… Toda la actividad humana y de todos los seres de la tierra dependen del agua. Es vital para la supervivencia y el bienestar humano y para el desarrollo económico y la prosperidad de un país.

Los mitos de las culturas y de las religiones milenarias, así como la ciencia experimental actual, lo confirman.

El reparto de este bien es desigual: en países subdesarrollados, cada persona consume 40 litros por día; en ciudades, como Chicago, un mínimo de 1000 litros por día.

Esta maravilla de la naturaleza produce asombro y, a la vez, pánico por su escasez o, en ocasiones, por su demasía.

Animales y plantas presentan elevados contenidos de agua. Por ejemplo, las medusas del 93% al 97 %.  Y, en los humanos, el agua intracelular abunda principalmente en tejidos más activos como en la sangre 92%; los ojos 90%; el cerebro 85 %; el riñón 82%; los músculos 75%; la piel 72%; los huesos 22 %; y en el tejido adiposo un 10%. Los embriones humanos a los 3 días tienen un 97 % de agua; los bebés un 75 % y los adultos entre el 70-80 %.  El agua es necesaria para todas las reacciones químicas del organismo y para transportar los nutrientes.

 

3. SUS HUELLAS EN LA ESPIRITUALIDAD Y LA VIDA

El papa Francisco en la Laudato Sí dice: “El agua potable es una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para sustentar la vida humana y los ecosistemas terrestres y acuáticos. El acceso al agua potable es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque está en la base de la vida” (LS n. 28).  El agua constituye un foco central en política, economía, perspectiva simbólica y espiritual, identidad territorial… La lucha por las fuentes de agua, escasas en algunos lugares, también es fuente de conflictos y, a menudo, es reducida a una mercancía más.

En el ámbito que podríamos llamar sagrado, “el agua representa la energía divina, la vida en la fecundidad de la tierra y de los seres vivos” [2].

La palabra AGUA tiene un rico simbolismo en la Biblia. [3]  Aparece 582 veces en el Antiguo Testamento, acompaña al Espíritu Divino en su relación con los hombres en todas ocasiones: creación, destrucción, regeneración, vida, bendición, necesidad espiritual… y en todas las épocas de la historia bíblica: Génesis, Éxodo, Profetas, Salmos…

En el Nuevo Testamento Jesús se sirve del agua simbólicamente durante su vida terrena, y en su muerte brota agua, junto a la sangre, de la herida de su costado. Se nombra 80 veces: en el bautismo en el Jordán, en acciones en el lago de Genesaret, en las bodas de Caná, con la samaritana junto al pozo… Y, en el evangelio de la comunidad de Juan, Jesús dice: “El que beba del agua que yo le daré no tendrá más sed… y se convertirá en fuente para la vida eterna” (Jn 7,37-38).

A nivel teológico, ya en el siglo XVIII, el teólogo alemán Juan Alberto Fabricius (1668-1736) publicó una obra titulada “Hidroteología” sobre la bondad, sabiduría y poder de Dios, que quedaron de manifiesto en la creación del agua. Recientemente, todas las disciplinas teológicas, especialmente en la: sistemática, espiritual, ética, pastoral y feminista. [4]

Las comunidades Vedruna de las Minizonas Mediterránea y Ponent, tras unos días de reflexión y oración sobre la hermana agua, elaboramos un sencillo manifiesto que nos compromete a cuidarla. Cuidarla es cuidar a nuestras hermanas y hermanos. Consideramos COMO DON DE DIOS el agua que da la vida, que purifica, que bendice. Agua también sacramental, que acompaña la oración de diversas confesiones religiosas en sus ritos. En las iglesias cristianas como elemento simbólico y real: bautismo, como agua de la gracia del Espíritu Santo, Eucaristía, Pascua, bendiciones…

 

4. CONCLUSIONES PARA NUESTRA VIDA CREYENTE

Los cristales de agua nos han dado a conocer cómo es el agua, también en sus estados líquido y gaseoso.

En el encuentro de Minizona, al contemplar fotos del agua en sus diferentes estados y manifestaciones, una foto de agua cristalina, preciosa, hizo que una hermana exclamara una frase de Juan de la Cruz: “¡Oh cristalina fuente! ¡Si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados que tengo en mis entrañas dibujados!”, vemos que la conversión a la ecología integral empieza, pues, en el propio cuerpo. Habitamos en el cuerpo, que es la puerta de entrada y de salida de lo bueno y lo malo.

Tomar conciencia de que somos agua en gran parte, nos lleva a reflexiones profundas y a responsabilidades serias, tanto a nivel personal como comunitario, grupal, familiar y de toda la Familia Vedruna.

Y a la vez, si supiéramos descubrir siempre Su mirada, ese rostro de Dios reflejado tanto en aguas cristalinas como en las contaminadas, y en todo, la trataríamos sabiamente y la veríamos como nuestra hermana agua. Jamás le haríamos daño.

A nivel práctico, personalmente, en familia o comunidad, nos llama a darnos cuenta para poderlo cambiar:

  • Todo lo que sea contaminante: físico, psíquico, espiritual, relaciones…
  • Alumbrar lo que es oscuro, sobre todo en emociones tóxicas. No eximirlo, sino vivirlo, “transitarlo”, como dice el Papa. Con una buena gestión de miedos, orgullo, egocentrismo… Poniéndoles nombre y buscando ayuda si es necesario.
  • La visión negativa de la vida, del mundo y de las personas. Hablar en positivo, con palabras amables y desterrando lo ofensivo y favoreciendo ambientes armoniosos. Fomentar la esperanza y entregarnos a la familia, a la comunidad, a la sociedad… Procurando adaptarnos a las circunstancias cuando estas no pueden cambiar.

Todo esto y más contribuirá a que nuestra “agua personal” y colectiva sea cada vez más pura.

Y, un recuerdo para Joaquina que, movida por la Ruah Santa, creó ambientes sanos, esperanzados, alegres, armónicos, tanto en su familia como en las hermanas y las comunidades, y en todas sus relaciones en su entorno, con su confianza infinita en el Padre y su amor a Jesús. Todo por amor, nada por fuerza.[5]

Aquí podéis descargar el manifiesto que elaboramos conjuntamente:
Nuestra hermana agua

Minizonas Mediterránea y Ponent

 

 

NOTAS

[1] Masaru EMOTO, Mensajes de agua. La belleza oculta en el agua. Se puede ver en: https://gestionsostenibledelagua.files.wordpress.com/2012/07/mensajes_de_agua.pdf

[2] Cf. articulo de Marcelo BARROS, La vida, el agua y la liberación, en Solange LEFEBVRE – Marie-Theres WACKER (Eds), El agua marca nuestra vida, monográfico Revista Concilium, noviembre 2012, 348 págs.  Se puede descargar en: https://www.revistaconcilium.com/wp-content/uploads/2019/pdf/348.pdf

[3] Humberto JIMÉNEZ G., El agua en la Biblia, dentro del Portal web de Servicios Koinonía, Servicio Bíblico Latinoamericano, n. 190 en:

https://servicioskoinonia.org/relat/190.htm#:~:text=La%20voz%20agua%20aparece%20582,y%2092%20veces%20en%20griego.

[4] Cfr. Solange LEFEBVRE – Marie-Theres WACKER (Eds), El agua marca nuestra vida, monográfico Revista Concilium, noviembre 2012, 348 págs.  Se puede descargar en: https://www.revistaconcilium.com/wp-content/uploads/2019/pdf/348.pdf

[5] NONELL, Jaime SJ, Vida y virtudes de la venerable Madre Joaquina de Vedruna de Mas, Fundadora del Instituto de las Hermanas Carmelitas de la Caridad. Tomo II, Manresa, 1906, pág.136.