El desperdicio de alimentos es, sin duda, uno de los fenómenos más paradójicos de la sociedad en la que vivimos. Según el último informe del PNUMA, cada día en el mundo desperdiciamos más de 1.000 millones de platos de alimentos y la mayor parte del desperdicio procede de los hogares. En promedio, cada persona desperdicia 79 kg de comida al año[1], mientras 783 millones de personas sufren de hambre. Tantos alimentos y bebidas desperdiciados es una cifra inaceptable.

Por otra parte, no hay duda de que está aumentando la conciencia del problema y hay un ligero cambio hacia el menor consumo y hacia el cuidado de los alimentos.  Además, se observa un crecimiento de las asociaciones y parroquias comprometidas en sustraer alimentos al derroche para donarlo a entidades que se ocupan de comedores sociales, casas de familia, centros de barrio, Caritas parroquiales.

Son decenas de miles las comidas de alimentos frescos no consumidos que se recuperan en una óptica de lucha contra el derroche y de acción social.  Para todas estas asociaciones y parroquias, de hecho, el objetivo es poner en funcionamiento un círculo virtuoso y eco sostenible: el potencial alimento-residuo se convierte en un recurso que no solo alimenta, sino que ayuda a las familias en dificultad. Por no mencionar que lo que acabaría en la basura tiene costes no solo éticos, sino también económicos. Y aquí hay otra paradoja: la comida desechada aumenta el volumen de residuos y también los impuestos. Los alimentos desperdiciados van a los vertederos y producen entre el 8-10% de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, así como la pérdida de biodiversidad ya que ocupan el equivalente a casi un tercio de las tierras agrícolas del mundo. Se calcula que el coste mundial de la pérdida y desperdicio de alimentos es de aproximadamente un billón de dólares.[2]

Son muchas las asociaciones y parroquias, en diversos lugares y países, que han decidido comprometerse en la recuperación de alimentos frescos conectando los «lugares de potencial desperdicio» (restaurantes, supermercados, comedores escolares, etc.) con los «lugares de necesidad» en el menor tiempo posible.

En nuestra parroquia de la Resurrección de N.S.G.C de Giardinetti, como en tantas otras, Caritas lleva años apoyando a las familias presentes en el territorio con la distribución de los alimentos donados por el FEAD (banco de alimentos) a unas 60 familias necesitadas. Además de la donación de estos alimentos, cada dos meses, un grupo de voluntarios apoya una recolección de alimentos frente al supermercado del barrio. Además, casi a diario, algunos voluntarios disponibles recogen pan, frutas, verduras, croissants o pasteles de varias tiendas, huevos de chocolate, panettones que tienen una fecha de caducidad próxima, pero aún son comestibles, así como otros tipos de alimentos que los supermercados no pueden vender, solo porque el paquete está dañado. Estos últimos productos se distribuyen cada día a las personas que se presentan para recibir ayuda en la parroquia.

Junto con la distribución de alimentos, también tenemos una «Boutique» para el reciclaje de ropa usada, juguetes, libros para niños que, después de ser seleccionados y acomodados, se donan a unas 120 familias del vecindario y sus alrededores.

En el territorio de la Prefectura también hay una farmacia, dirigida por Cáritas, que recoge medicamentos no caducados para distribuir a quienes los necesitan y no pueden comprarlos. La Caritas parroquial y la Acción Católica promueven esta recogida cada segundo sábado del mes en la parroquia.

Esperamos que el testimonio de estos voluntarios pueda hacer crecer en la comunidad parroquial la cultura de la solidaridad hacia quien tiene menos oportunidades y sea también un modo de educar contra los derroches de cualquier género y para la salvaguarda de nuestra Madre Tierra.

La Comunidad CCV de Giardinetti, Roma

 

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[1] Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024, del 27 de marzo –Día Cero residuos- por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que pretende reducir un 50% el desperdicio para el año 2030. Informe: https://www.unep.org/es/resources/publicaciones/informe-sobre-el-indice-de-desperdicio-de-alimentos-2024

[2] Datos del informe anual del PNUMA citado.