En medio de tantos alegatos contra la militarización como única opción, hacia el incremento de la producción y del envío de armas y sistemas defensivos sofisticados para garantizar nuestra “seguridad” europea, ante la pregunta de “a qué decimos sí, cuando decimos no al conflicto”, exponemos otra opción diferente: la Acción civil Noviolenta ante los conflictos. [1]
Evolución del concepto y práctica Noviolentas
El concepto de No Violencia o ‘ausencia de violencia’ es posiblemente uno de los más antiguos del mundo. Aparece en las tabletas que reflejan una filosofía de vida del Valle del Indus (hoy Pakistán), 4000 años a.C., antes del nacimiento de las religiones monoteístas.
Esta filosofía de la Unión (de Cuerpo, Mente y Espíritu) “Yoga” fue transmitida de boca en boca durante milenios, enunciada por escrito con los Vedas y los Upanishads y, unos 600 años a.C. (alrededor de la época en que se emplaza el Budha), por un sabio indio: Patanjali. Él enuncia los 8 peldaños del camino del Yoga. Los primeros dos son los Yamas y Nyamas, un decálogo de comportamiento del Ser Humano hacia sí mismo y hacia los demás. La primera de estas reglas es Ahimsa: la ausencia de violencia… en pensamiento, palabra o acción. Implica una transformación personal necesaria que, en los siglos siguientes, será elaborará por religiones y filosofías en la que llamamos la Regla de Oro que hoy reconocemos como la visión social de la Noviolencia. Su representante más reconocido es Gandhi, y muchas personas modernas más: León Tolstoi, Nelson Mandela, Martin Luther King, Desmond Tutu, y muchísimos activistas en las luchas por los derechos y la justicia global.
La Noviolencia, en el último siglo, pasa de ser vista como una actitud pasiva, del “dar la otra mejilla”, en el cristianismo, a ser vista como un sistema de resistencia sin violencia ante la injusticia, también de forma colectiva. Y como tal es adoptada con muchos nombres y matices: Acción Noviolenta, Resistencia Noviolenta, Autodefensa Noviolenta, Desobediencia Civil Noviolenta y más visiones. Gracias a quienes la han usado y documentado, los estudios se ampliaron y hoy hay investigadores, que explican no sólo su uso, sino sus efectos en las luchas, basándose en la experiencia más reciente. Muchos estudiosos han escrito las líneas guía de la Noviolencia práctica para su uso, como John Paul Lederach, Johan Galtung, Alexander Langer, Gonzalo Arias, Lanza del Vasto, para mencionar unos que son familiares a nuestro entorno. Y hay muchísimos más, en todos los países. Pero solo Gandhi lo expresa como necesidad de que sea parte del propio modo de vivir.
Después de la II Guerra Mundial, en plena cultura de los logros de derechos, la noviolencia deviene una actitud social y herramienta de protesta, basada en una actitud opuesta al uso común de la violencia, cultural, estructural, directa, como sistema para obtener respuestas. La Noviolencia Práctica, tan de moda para ‘resolver conflictos’ en nuestros ambientes académicos y activistas, es una teoría racional, muy válida, con efectos reconocidos, pero sin una práctica y conciencia noviolenta interior, es fácilmente vista como imposible a causa de la reactividad y las emociones humanas que acompañan a los acontecimientos violentos que requieren su uso.
En cambio, nunca se cuestiona la necesidad de la Noviolencia vivida interiormente en la vida diaria, sea cual sea el conflicto. Por ello, para un selecto número de personas interesadas en Paz, Cooperacion y Desarrollo desde hace unos 20/25 años, la Noviolencia es la base para trabajar en sus campos. ONGs nacionales e internacionales dedicadas a estos fines, forman en su especialidad y en los preceptos de la noviolencia, para ser efectivas.
La Noviolencia – Formación
Estamos en una sociedad distraída por medios tecnológicos, y por una creciente superficialidad que responde a un sistema que nos quiere aturdidos y consumidores. En ella, recuperar el espíritu crítico, el espíritu cívico, el espíritu de comunidad, base de la democracia y la paz social, es un trabajo titánico.
Hoy por hoy, en los ambientes sociales de búsqueda y defensa de la justicia, los derechos y la paz, se habla de la Noviolencia Activa, pero tiene poca cabida en los sectores educativos.
En estos últimos años, ante el derrumbe de los valores sociales, en las escuelas aparecen amagos de decisiones para mejorar el tema: cursos de mindfulness, clases de aptitudes socioculturales, de educación cívica y religiones comparadas, cursos de mediación, etc. Pero todo esto adolece del aspecto fundamental: la enseñanza de asumir que, en nuestro yo interior, hay un código ético natural, anti violencia, de búsqueda del bien común, donde obtener el tan deseado bienestar personal… y que allí debemos buscarlo. Existen iniciativas globales de movimientos de introspección, aún desconocidos globalmente pero que, en ciertos países, son integrados en las escuelas, como es el Método Heartfulness en la India, ahora ampliándose en EE.UU. y Latinoamérica. Y en las universidades, el Yoga (y consecuentemente la Noviolencia) y la Comunicación Noviolenta se están asumiendo como parte de la educación.
Son pequeñas semillas, pero como dice María Montessori: “Todo el mundo habla de Paz, pero nadie educa para la Paz. La gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra”. Esto dificulta que la Noviolencia pueda ser usada para resolver conflictos, porque antes se debe entender en la propia vida, se debe practicar y aplicar a nivel personal, ser vivida interiormente y experimentada cada día en momentos de reflexión y silencio; ser conocida y practicada en nuestras relaciones, nuestra comunicación, nuestra actitud hacia nuestras vidas.
Esta es la Cultura de paz. Aunque todavía es ignorada en muchos contextos, cada día toma más pie el enfoque de la formación de adultos para crear equilibrio entre la Noviolencia ‘social’ y la noviolencia ‘personal’. Es más requerida para formar activistas y trabajadores en entornos de violencia: social, familiar, de barrio, de comunidad, de nación o a nivel internacional.
Para que se vaya haciendo rutinaria su vivencia y práctica en diversos contextos de conflicto social o de tensión local y global, necesitamos invertir más en recursos humanos y económicos para la investigación, la formación y la práctica desde este paradigma.
Actualmente, mientras se destina una ingente cantidad de recursos para investigar, formar y utilizar estrategias y materiales para el conflicto, para atajar invasiones y todo tipo de conflictos mediante métodos violentos de disuasión o de respuesta violenta, la inversión en recursos no violentos es a menudo privada, en su mayor parte -y escasa-, frente a la gran necesidad de búsqueda de soluciones para la Paz, una inversión mucho menos costosa.
La intervención Noviolenta en contexto de conflicto violento – Uno de los muchos ejemplos prácticos de Acción Noviolenta
Las ONGs por la paz, desarrollo o asistencia humanitaria a menudo protegen a los civiles, sin armas, entrando con sus métodos a des-escalar la violencia. Son efectivos, porque ir sin armas es un elemento disuasorio para el contrincante armado. Para poder hacer esto, se preparan también con prácticas, hábitos y estrategias noviolentas.
La experiencia de la Noviolencia como estilo de vida es y ha sido el motor para la intervención noviolenta en conflictos. Intervenciones de civiles desarmados, para proteger una sociedad civil en conflicto, promovidas por diversas organizaciones, (en ocasiones favorecida desde la ONU en determinados contextos) como alternativa a la “protección armada” de los Cascos Azules toman más pie cada año.
El resultado positivo radica en que los Cascos Azules siguen siendo una fuerza militar, armada, que implementa la paz utilizando la disuasión a la violencia por la fuerza/violencia. Mientras que para proteger y crear espacios de mediación y diálogo que defiendan los derechos, una fuerza, a menudo internacional, desarmada pero reconocible como “ayuda y apoyo a las vías por la Paz” es más aceptada por la sociedad civil y por las partes en conflicto.
Se acaba de intentar reunir este método de protección civil noviolenta en una red de organizaciones: la recién creada Unarmed Civilian Protection/Accompaniment- Community of Practice (UCP/A CoP). Esta modalidad de acción noviolenta, interviene, invitada por la sociedad civil local, como grupo de apoyo a la comunidad, para su protección o acompañamiento civil desarmado, con unos compromisos[2]. Utiliza la mediación proactiva, la creación de espacios seguros de diálogo para crear relaciones, el monitoreo y la formación en Noviolencia Activa, como herramientas de creación de estrategias alternativas, en lugar de permitir la destrucción de la sociedad civil por la violencia y el miedo.
Un ejemplo de estos mismos días es una campaña promovida por grupos palestinos de defensa de la tierra y los derechos humanos. Como han hecho durante largas décadas, responden a la violencia de quien les roba tierra y derechos, reduciendo al mínimo la violencia, y focalizando en hacer saber al mundo qué pasa en su casa. Se llama https://www.defendpalestine.org.
Esta campaña es un llamamiento para que personas internacionales les acompañen en su día a día de pastores, campesinos y sociedad organizada, y documenten y hagan monitoreo de los acontecimientos, para que se sepa qué pasa en su tierra, y la comunidad global busque soluciones.
Conclusiones
Este ejemplo de UCP/A es uno de muchos métodos y estrategias para enfrentar conflictos por la via noviolenta. Se está usando en conflictos globales, regionales y de barrios, en conflictos étnicos, civiles, entre estados. En Sudan, Sur Sudan, Myanmar, Filipinas, Siria, USA, Kenia e Indonesia. Y muchos, muchos, más que tienen UCP/A incorporado en proyectos no focalizados sólo en protección, sino en Peacemaking, Peacebuilding y Peacekeeping. Y cada vez más, observando resultados, se imagina expandida hacia todo tipo de conflictos. Todas estas organizaciones han incorporado la Noviolencia personal, interior, en sus códigos de ética y de conducta, para llegar a implementar la Acción Noviolenta.
Así se trabaja “junto a las comunidades para interrumpir y prevenir la violencia”, incluyendo a los actores armados, promoviendo la interacción en las comunidades afectadas por conflictos latentes, en peligro de violencia o en guerras de larga duración.
“Con enfoques basados en la evidencia y liderados por civiles, han protegido a decenas de miles de personas en todo el mundo […] impactando a millones más y ayudando a las comunidades a vivir libres del miedo y a estar equipadas para protegerse y crear una paz sostenible.” [3] NP y muchas otras organizaciones civiles internacionales de protección desarmada, comparten valores y métodos. Todas ellas son testigos de cómo la Noviolencia Activa reduce la violencia y por ende sus consecuencias. Interrumpe los ciclos de violencia identificando las estructuras comunitarias existentes para apoyar los procesos de diálogo y mediación de manera segura. Las UCP/A trabajan conectadas a otras organizaciones de construcción de la paz, de resistencia civil, ayuda humanitaria y de cabildeo de derechos humanos[4]. Las Comunidades prácticas UCP/A promueven un cambio de paradigma que funciona, tal como demuestran las experiencias en todos los continentes.
Simonetta Costanzo Pittaluga
Miembro de Nonviolent Peace Force (NP)
Fotos cedidas por Nonviolent Peace Force
NOTAS:
[1] aquí pretendemos incidir en la base de la Acción Noviolenta y la experiencia de ella, tal como se ha vivido en diversas organizaciones y situaciones, hace unos meses publicamos una síntesis sobre la noviolencia en otra sección: https://jpic.vedruna.eu/la-noviolencia/
[2] Cf. Declaración de Comunidad Práctica asumida por las Comunidades Prácticas UCP/A de Nonviolent Peace Force (NP): https://drive.google.com/file/d/19ciq6VBp8k5ooWQuV0B4RFKPpwP8ApXf/view
[3] Cf. Nonviolent Peace Force (NP): https://nonviolentpeaceforce.org/es/ que promueve, desarrolla e implementa el mantenimiento de la paz civil no armada como herramienta para reducir la violencia y proteger a los civiles atrapados en un conflicto armado.
[4] Entre las diversas organizaciones con enfoques desde la Noviolencia están, por ejemplo: Peace Brigades International (PBI), Nonviolent Peace Force (NP), Witness for Peace (WFP), Meta Peace Teams (MPT), DC Peace Team, Pax Christi International, etc. Se puede ver más información, entre otras: www.novact.org ; www.pbi.org ; www.nonviolentpeaceforce.org