Badía del Vallès es un pueblo de 200 bloques de pisos, en un km cuadrado, donde viven 13.000 habitantes con una de las menores rentas per cápita de España. Y las Vedruna vivimos allí como comunidad desde 1976, casi desde su nacimiento.

En ese momento, el amianto se usaba de forma generalizada en la construcción e industria. En Badía se utilizó para tejados, galerías, canalizaciones de agua… tal como se ve en las fotos. Pero su vida útil es de unos 40 años, a partir de los cuales se degrada, tal como es evidente a simple vista en los bloques de pisos. Cuando se rompe, dispersa fibras de asbesto en el ambiente que, al inhalarlas, provocan inflamación en el pulmón y en la pleura y, aún más grave, es un elemento tóxico y cancerígeno de primer nivel para pulmones e intestinos. Por ello, las placas de uralita deben cambiarse y eliminarse, pero la gestión de los residuos derivados de su sustitución es también un grave problema.

Los vecinos a título individual y el Ayuntamiento nos movilizamos y se decidió realizar un estudio para constatar qué edificios y pisos estaban más deteriorados. Así surgió “la comisión del Amianto” dirigida por Lluís Mallart de la empresa ACM 2020. Antes de la pandemia, pude asistir, como una vecina más, a algunas de estas reuniones y compartir el interés y compromiso de todos. Constaté cómo luchaban los vecinos para hacerle frente.

Primero se concienció a la población del riesgo de enfermar y de la importancia de eliminarlo de nuestros edificios. Se midió el impacto del amianto realizando un estudio pionero en Europa “el mapa del Amianto” del municipio, para determinar el grado de peligrosidad para nuestra salud en diferentes pisos y ver qué soluciones dar, luego se presentó a la Administración pública. El estudio concluyó que era conveniente empezar a sacar al amianto de los bloques más elevados ya que están degradados y contaminan más rápidamente. Nosotras vivimos en uno de ellos, en el piso 16º, y como los demás vecinos, además de que respiramos ese aire contaminado, debemos vigilar al tender la ropa para no tocar el amianto que nos rodea.

El 15 de julio de 2021 el Presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, vino a Badía a anunciar ante vecinos y representantes de la Alcaldía, una inversión de 4,5 millones de euros para sacar al amianto de todas las viviendas, antes del 2025.

También existe alguna institución, como la Iglesia parroquial, con el techo cubierto de amianto, pero, como depende del Obispado, no entra en el presupuesto de la Generalitat. Así que, a nivel parroquial, estamos haciendo diversas actividades y buscando ayudas, para cubrir el fuerte gasto que supondrá retirar al amianto del tejado.

Actualmente todavía estamos a la espera de que se cumplan aquellas decisiones y, por eso, los habitantes de Badia seguimos teniendo dos graves preocupaciones: ¿cuándo nos veremos libres del amianto? ¿Y cómo se pagará el nuevo material para sustituirlo?

¡¡¡La lucha sigue!!!

 

                                                         Isabel Vergés.  Enlace JPIC – Minizona
(Nota) algunas informaciones están tomadas de la web Racó Català.

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El amianto, un grave problema en Badía del Vallès