Nos encontramos en el mes en el que según las estadísticas de vacaciones revelan que es el mes preferido para vacacionar, con un 20% de los trabajadores disfrutando de su tiempo libre, seguido de cerca por julio con un 15% según Wolters Kluwer[1]. Así millones de personas gozan de un merecido descanso, tras largos meses de trabajo. (Somos de la clase privilegiada que tiene trabajo y por ende vacaciones). Si bien en nuestro país, el derecho a vacaciones de los trabajadores está regulado por el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores.

La «pobreza vacacional» afecta ya a más de 41 millones de europeos. En España supera en tres puntos la media europea (15%) y se ha disparado casi un 3% en un año, ya que, hoy por hoy, tener trabajo no siempre conlleva tener vacaciones[2].

Lo cual nos lleva a una reflexión para aquellos que podemos tener ese privilegio. Lo primero que nos surge es evidentemente una acción de gracias, pues podíamos estar en el “otro lado” (algo que nunca podemos dar por supuesto). Pero también una llamada a la “justicia social”. Tal vez no podamos cambiar las situaciones, pero si que podemos mostrar educación, cercanía, comprensión… por aquellas personas que, durante este tiempo vacacional, trabajan por y para nosotras/os. Ya sea en agricultura, hostelería, comercio, eventos y espectáculos. Personas que vemos todos los días, en nuestra cotidianidad, y que a veces “ignoramos”, “no vemos” o simplemente, como decía un amigo, no “somos de la España educada”.

Para los trabajadores eventuales en estos tiempos estivales, que en su mayoría son jóvenes y estudiantes, les permite ingresos adicionales y experiencia laboral, lo que les facilita “pasar el invierno” con alguna ayuda adicional[3].

Es un apoyo a la economía, ya que hace descender el paro y fuerza laboral para estos meses. Sin embargo, la temporalidad de estos contratos, conlleva una inestabilidad laboral y falta de beneficios a largo plazo. Así como en muchos casos el abuso en las horas de trabajo, y la escasa o nula cotización a la Seguridad Social. Trabajos de 12 o 16 horas, con un sueldo misero y un alta de 4 horas en muchos casos.

¿Dónde están los inspectores de trabajo en estás fechas? Seguramente también estén de vacaciones.

Por otro lado, tenemos el aumento que supone la visita de los turistas internacionales que gastarán en España cerca de 58.000 millones de euros este verano, un 3,8% más que en 2024.[4] Lo que nos lleva también a otra controversia. ¿Cómo vivimos el turismo en nuestro país? ¿Fuente de ingresos? ¿Molestias añadidas, falta de infraestructuras, pisos que ya no son “nuestros vecinos”? En fin, daría para mucho la reflexión. Así que volvamos al sentido más profundo de las vacaciones, que son necesarias y esenciales para la salud física, mental, emocional y social.

Así mismo las vacaciones tienen, a nuestro entender, un ámbito también espiritual- religioso. Dios también descansa en nuestro descanso, a través de nuestra tranquilidad, paz, oración, silencio. También en el ajetreo de la acogida de familiares y amigos, con los que compartimos estos días.  Cuando nos convertimos en la Casa de Lázaro en Betania. Somos el descanso para otras personas. Podemos ser “descanso” para aquellas que necesitan ser escuchadas, o simplemente acogidas en nuestro hogar, y ser María de Nazaret, “guardando todo en nuestro corazón”.

Necesitamos del descanso, de una u otra forma; solos o acompañados… después de todo Dios lo hizo el séptimo día de la Creación. ¡Ojalá, podamos descansar y hacer descansar!

Y volvernos al Maestro que nos dice “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados” (Mt. 11,28-30) y desde allí poder decir ¡gracias!

Interiorizar, ahondar en nuestro Ser, como una práctica viva y cotidiana. Aquí y ahora. Viviendo el presente. Sin prisas… Contemplar la presencia de todo lo que nos rodea, allí donde estamos, recordándonos que la verdad se revela cuando somos capaces de quitar los impedimentos que nos separan de nosotras/os mismas/os y de las demás personas.

Descansando en lo que somos. Descansando en Aquel que nos sostiene.

Necesito (Benjamín González Buelta)

Necesito tu presencia, un tú inagotable y encarnado que llena toda mi existencia, y tu ausencia, que purifica mis encuentros de toda fibra posesiva.

Necesito el saber de ti que da consistencia a mi persona y mis proyectos, y el no saber que abre mi vida a tu novedad y a toda diferencia.

Necesito el día claro en el que brillan los colores y se definen los linderos del camino, y la noche oscura en la que se afinan mis sentimientos y mis sentidos.

Necesito la palabra en la que te dices y me digo sin acabar nunca de decirnos, y el silencio en el que descansa mi misterio en tu misterio.

Necesito el gozo que participa de tu alegría, última verdad tuya y del mundo, y el dolor, comunión con tu dolor universal, origen de la compasión y la ternura.

Solo necesitamos estar presentes.

Canción: Sólo en Dios (Ain Karem)

Sólo en Dios descansa mi alma porque de él viene mi salvación. Sólo él es mi roca y mi alcázar, junto a él no vacilaré.

¿Quién sostiene la esperanza?

¿Quién consuela el dolor?

¿A quién confiar la vida?

¿En quién poner el corazón?

Sólo en Dios descansa mi alma porque de él viene mi salvación. Sólo él es mi roca y mi alcázar, junto a él no vacilaré.

¿Quién acoge sin reservas?

¿Quién comparte su ración?

¿Quién acompaña la noche?

 ¿Quién se parte por amor?

 

¡Felices vacaciones!

Mercedes Álvarez, CCV
Equipo JPIC

[1] https://www.wolterskluwer.com/es-es/news/los-espanoles-concentran-las-vacaciones-en-verano
[2] https://www.larazon.es/economia/vacaciones-sueno-imposible-mas-cinco-millones-espanoles-trabajo_20250713687323d7525aa26f9a4b01a6.html
[3] https://www.rtve.es/noticias/20230704/empleo-verano-turismo-rebajas-ocio/2450753.shtml
[4] https://www.mintur.gob.es/es-es/GabinetePrensa/NotasPrensa/2025/Paginas/previsiones-llegada-turistas-internacionales-verano-jordi-hereu.aspx

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Agosto 25- DIOS TAMBIÉN DESCANSA-Descarga